Edwy Plenel ha sido periodista por más de 30 años. Fue editor jefe de Le Monde, el principal diario de Francia, reveló muchos escándalos durante la Presidencia de François Mitterrand y fue espiado por el Palacio del Elíseo en los años 80, pero todo le fue siempre relativamente soportable. Plenel, un ex trotskista, nunca ha encontrado fácil ser periodista en Francia. Pero ahora le parece intolerable. “Nuestra democracia está en serio peligro”, dice Plenel, quien fundó hace tres años el sitio web noticioso independiente Mediapart. “Nuestra república, sus leyes y sus principios se están desintegrando en una gran espiral de ceniza ante nuestros ojos”. Está convencido de que las libertades francesas (y sobre todo la libertad de prensa) están en grave riesgo. Una espina en el costado Según Plenel, los periodistas de Mediapart, los primeros que desenterraron el escándalo en torno de la multimillonaria heredera de L’Oréal, Liliane Bettencourt (con sus alegatos sobre contribuciones políticas ilegales y evasión tributaria), han estado por meses bajo vigilancia, en una operación controlada por el Elíseo. De igual manera, afirma, agentes del servicio de inteligencia interior de Francia (DCRI) han incluso analizado los registros de los teléfonos móviles de sus periodistas para seguirles la pista a sus redes de contactos. El servicio habría realizado también perfiles de los movimientos de dos periodistas, reconstituyendo sus desplazamientos mediante coordenadas GPS de sus propios teléfonos. Luego, por supuesto, vino la irrupción en las oficinas editoriales de Mediapart, junto a La Bastilla. Plenel se niega a creer que fue un hecho delictual casual y lo atribuye a una operación ordenada por el jefe de gabinete del Elíseo, Claude Guéant. “Ustedes no me están protegiendo para nada”, se quejó presuntamente Sarkozy en este último verano europeo ante Frédéric Péchenard, un amigo de infancia que dirige la policía nacional, y Bernard Squarcini, jefe de la DCRI. En ese momento, a mediados de julio, con sus revelaciones diarias sobre el caso Bettencourt, Mediapart y Le Monde eran una gran espina en el costado de Sarkozy. Desde entonces ha quedado en claro que Péchenard y Squarcini tomaron muy a pecho sus lamentaciones. Antes, por pedido del Presidente, la DCRI se inmiscuyó en un asunto privado para Sarkozy. Éste quería que los agentes de inteligencia determinaran quién había propagado rumores acerca de que él y su esposa Carla Bruni tenían aventuras extramaritales. El ministro del Interior buscó justificar la operación asegurando que se sospechaba de un complot extranjero para desacreditar al Presidente francés al acercarse la cumbre del G-20. Supuestamente, también se le dio acceso a Bruni a los informes policiales y de inteligencia. Por su parte, el jefe de inteligencia Squarcini, un experto corso en contraterrorismo cuyos talentos Sarkozy apreció mientras fue ministro del Interior, ha formado según se informa una unidad encargada de mantener vigilados a periodistas. El propio Presidente especifica a los individuos sobre los que el grupo debe centrar sus actividades de vigilancia, según una afirmación hecha el 10 de noviembre por Claude Angeli, editor jefe del semanario satírico Le Canard Enchaîné, una de las pocas publicaciones francesas política y financieramente independientes. Angeli dice que sus afirmaciones están basadas en “informantes muy confiables” al interior de la sede central de la CDRI. La historia desató rápidamente una andanada de desmentidos. Todo fue una “completa maquinación”, según funcionarios del Elíseo. El servicio de inteligencia “no es la Stasi o la KGB”, declaró el ministro del Interior Brice Hortefeux. “No recibo mis órdenes de Sarko”, retrucó Squarcini, “sino de mi superior, el jefe de la policía”. Pero Angeli discrepa. “Estamos convencidos de que el Presidente está personalmente involucrado en todo”, declara. “Nada se le escapa a Sarkozy”. Hasta en un país como Francia, este nivel de intervención personal por parte del político más poderoso del país no tiene precedentes.FUENTE. LA NACION.CL / Leer toda la nota en el sgte Link:http://www.lanacion.cl/sarkozy-y-el-espionaje-a-la-prensa/noticias/2010-11-13/184802.html
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