Harrison Ford: “Me intereso más por la biodiversidad”
NAGOYA no fue Copenhague. Las estrellas no se atropellaron en la ciudad japonesa, como sí lo hicieron en territorio danés hace algún tiempo, para la 10ª Conferencia de la Convención sobre la Diversidad Biológica. La biodiversidad, desde luego, atrae menos que el clima, salvo para el actor estadounidense Harrison Ford, quien se desplazó hasta Oriente para seguir los debates en su condición de miembro del consejo de administración de la muy activa organización Conservation International. Una ocasión para recordar que el intérprete de Indiana Jones y el piloto solitario y anarquista de “La guerra de las galaxias” fue un scout particularmente activo e igualmente uno de los “airbone watchdogs” (“perros guardianes del aire”) del grupo medioambiental Riverkeeper. Su misión: patrullar en helicóptero a lo largo del río Hudson y contribuir a la identificación de los contaminadores del curso de agua que concluye en Nueva York.
-¿Desde cuándo viene su interés por la naturaleza y la biodiversidad?
-Me intereso más por la biodiversidad que por el clima, ya que ella se sitúa por encima del cambio climático. Es una especie de raíz del problema global.
-¿Por qué usted se unió a la organización Conservation International?
-Al comienzo, yo no pertenecía a ninguna organización y luego descubrí Conservation International en 1991. Me impresionaron las capacidades de innovación y el nivel de los dirigentes. Decidí unirme a ellos y ser útil.
-¿Cuál es su impresión sobre la evolución de las discusiones de la Conferencia de Nagoya?
Tengo esperanzas, aunque sé que es difícil. En estas discusiones participan 193 países, por lo que hay presiones políticas e intereses nacionales difícilmente conciliables.
-Estados Unidos no forma parte del proceso y sólo ha estado presente en Nagoya como observador. ¿Qué piensa usted de esta decisión?
-Me gustaría que se implique. El Presidente Bill Clinton (al que Harrison Ford es cercano) firmó la Convención sobre la Diversidad Biológica. Lanzó los procedimientos para su ratificación, pero el proceso no culminó. Hoy, hay una paradoja: Estados Unidos es uno de los principales contribuyentes financieros de los procesos medioambientales, alberga a investigadores sobresalientes sobre el tema, la comunidad empresarial está sensibilizada en cuanto al problema y las agencias gubernamentales llevan a cabo una acción significativa. Pero la clase política no parece captar la urgencia de la situación.
-¿A qué atribuye usted esta reticencia de la clase política de su país?
-Pienso que hay un temor de los políticos a comprometerse en una vía internacionalista. Temen perder una parte de sus poderes. Es una percepción errónea. Debemos ser parte integral del proceso. Nuestros dirigentes deben comprometerse. LN FUENTE. LA NACION.CL