Las lecciones del triunfo de Trump para las primarias chilenas
El doctor en Ciencia Política de la University of Notre Dame y académico de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Chile, Walter Sánchez, toma palco para ver qué aprendieron los precandidatos de las presidenciales chilenas y sus votantes de la sorpresiva patada al tablero que dio Donald Trump en el país de las oportunidades.
Se ubica del lado de los que no lo vieron venir del todo y que hoy toman notas para poder mantener el equilibrio en un mundo cambiante, de intereses atomizados y lealtades virtuales. “La situación de improviso nos dejó a todos por igual, pero a nivel de analista también hay una especie de estado de shock. Debo decir que era algo inesperable porque cuando hablamos de Trump, hablamos de una persona que viene de fuera de la esfera política en un país donde las maquinarias políticas son esenciales y saltarse la maquinaria del Partido Republicano y el proceso de competir con otros en primarias, superó toda expectativa. Desde un comienzo”, reflexiona
Elabora la lista de los otros 16 oponentes de su mismo sector a los que fue dejando en el camino con una campaña que, por lejos, no contaba con los recursos y alcances culturales de la favorita y apura algunas cuentas para la situación chilena y sus preparativos electorales. “El sistema de filtros de EEUU para que no cualquiera pueda optar a la presidencia había funcionado bien hasta ahora, pero Trump la penetra, la invade y la conquista de una manera inédita. Hay que concederle el mérito de la estrategia”, sostiene Sánchez.
El académico compara esta elección a otras crisis políticas que generan cambios y revoluciones. Grandes conflictos que se transforman en oportunidades. Recomienda a las élites hacer un mea culpa por haberse distanciado demasiado de la sociedad norteamericana. “El votante percibe a los partidos políticos como una oligarquía, como una casta que profita de su profesión política y que se ha olvidado totalmente de los problemas reales de las personas. La gran lección, para todo el mundo, es que hay escuchar más la voz de una ciudadanía que no es recogida por los medio ni las encuestas”, señala.
UN NUEVO PARADIGMA
- ¿Qué aspectos de este resultado electoral cree que será un capítulo interesante en los libros de Ciencia Política?
- El supuesto básico era que ningún candidato podía ganar si no incorporaba un plus más allá del votante blanco y esto ocurrió en sectores de la población negra, de la latina, la de los inmigrantes. En estados que se creían en poder de Hillary Clinton, como Georgia, Florida y otros, obtuvo un importante margen de apoyo. Esto habla de que no solo los hispanos estaban divididos, sino también otras minorías como la población afroamericana. Esto plantea un nuevo paradigma que los analistas deberán revisar de ahora en adelante. Ya no se puede hablar tan fácil de un voto hispánico o un voto negro, como asuntos que van amarrados. Quedaron de manifiesto fisuras y distintas expresiones, un escenario completamente nuevo del mapa político estadounidense.
- ¿Qué lecturas pueden hacer los votantes y la clase política chilena que arma sus jugadas para las presidenciales?
- Lo importante para la sociedad chilena es, primero, entender que en un proceso de primarias es necesario decirse todo lo que hay que decirse. Sin contemplaciones, sin metáforas. Los precandidatos en EEUU se dijeron de todo: corruptos, mentirosos, ladrones, etc… Así la gente percibe al que miente menos y al que desea seguir. Es una conversación con la sociedad que los candidatos deben tener, no es algo manipulado ni patrocinado. Otro tipo de acuerdos es traicionar la idea de primarias que recién se instalan en el país como deberían ser. Un segundo punto es la renovación urgente que deben realizar los partidos políticos.
“La señora Clinton llegó a competir desgastada políticamente, apoyada por un presidente Obama en un segundo mandato marcado por un rendimiento económico mediocre y cerca de 2.5 puntos de crecimiento. Algo que les pasó la cuenta en las urnas y que le entregó poder al adversario. Acá podría pasar exactamente lo mismo. Una grave consecuencia para quienes no se han renovado lo suficiente”, sostiene.
- ¿Cómo cree que se sostendrá el gobierno de un empresario presidente que debe forjar un equipo que, probablemente, también provenga desde fuera de la esfera política?
- Trump es un problem solver, una persona que resuelve problemas sin muchas complicaciones. Sin embargo es de esperar que desde hoy funcione con un filtro y mayor moderación. Se habla de Mike Pence, el vicepresidente elegido junto a Trump, un hombre inteligente, capaz, preparado y con historia.
“Un hombre opaco y silencioso de amplia trayectoria política y que debería equilibrar el poder de Trump para que no se arranque con libreto propio. Por otro lado, la señal que dio Obama de recibirlo este jueves junto a los otros actores extranjeros son garantía de espacio para armar un equipo de transición que debe estar funcionando dentro de los próximos 3 ó 4 meses. Así se van a ir estableciendo consensos también con el Senado y la Cámara. No veo un gran problema en la instalación de un gobierno por parte de Donald Trump. Quizás sí en la ejecución de políticas que van a herir los intereses de poderes comerciales de la industria de EEUU. Esa es una lanza que puede herir la industria europea y la asiática. Es un tema de decisiones que dejarán heridos, pero eso es la política: sin lágrimas”, completa.
http://www.lanacion.cl/noticias/reportajes/entrevista/las-lecciones-del-triunfo-de-trump-para-las-primarias-chilenas/2016-11-09/164524.html
FUENTE. LA NACION.CL