Patricio Melero: “El gobierno derribó los mitos construidos por la Concertación sobre nosotros”
La vida política del Diputado Melero no fue fácil durante el primer año del actual gobierno. En su calidad de jefe de bancada de la UDI tuvo que enfrentar todos los avatares de la instalación de la nueva administración y además intentar generar caminos de entendimiento en la Alianza ante una serie de conflictos que sacudieron las relaciones entre la UDI y RN. Asimismo en más de una ocasión tuvo que poner la cara ante los errores que se cometieron . Sin embargo, también vivió la satisfacción de disfrutar en calidad de parlamentario oficialista los logros obtenidos por el nuevo gobierno. Melero es uno de los líderes gremialistas que desde el año 1990 luchó en el Parlamento para que la Coalición por el Cambio llegara a La Moneda. El martes se convertirá en el próximo Presidente de la Cámara convirtiéndose así en uno de los protagonistas de todos los debates contingentes que se darán este 2011. En su horizonte está una posible postulación como candidato a senador por Santiago Poniente.
-Cumplido este viernes el primer año de este gobierno ¿cuál es su balance?
-Hay que hacer la evaluación en un año atípico, difícil de olvidar, con hechos que no son comunes en la vida de un país. Tuvimos el terremoto, la reconstrucción, el Mundial de Fútbol, el rescate de los mineros y la huelga de hambre de los mapuches. Con todo, yo rescato como punto principal que este es un gobierno que cambia el eje de la forma de gobernar y que refrenda los motivos para los cuales fue elegido: hacer las cosas de una forma diferente. Este es un gobierno que tiene sentido de riesgo y compromiso para enfrentar los cambios que el país necesita. Es un gobierno que ha sorprendido a sus adversarios y a la Concertación con un compromiso social, étnico y cultural que durante mucho tiempo estaba establecido que eran patrimonio de la Concertación. Es un gobierno que ha desarrollado una capacidad de diálogo que le ha permitido enfrentar los conflictos. El conflicto mapuche se resolvió producto del diálogo y además hay algo que se ha destacado poco: los ANDHACHILE desaparecieron de las calles. Le hicieron la vida imposible a Michelle Bachelet y a su ministra de vivienda. Sin embargo fue en este gobierno donde encontraron un camino de encuentro a través del diálogo. Este es un gobierno que ha roto mitos y eso es lo que más me atrae porque era la oportunidad en que un gobierno de centroderecha pudiera derrumbar los mitos que durante décadas se construyeron sobre nosotros. Y fue así como en vez de ser el gobierno de los empresarios, ha sido el gobierno de las mujeres con el posnatal, de los adultos mayores con la rebaja del 7 por ciento de cotización de salud de los jubilados, de los mineros tras su rescate y de los mapuches con el diálogo que se estableció con los comuneros. También hay que destacar que el Presidente Piñera ha logrado a transformar a Chile en un país símbolo en el marco de las relaciones internacionales. Es admirado y elogiado en toda la comunidad internacional como un modelo a seguir. No es menor, por ejemplo, que el Presidente de los Estados Unidos haya elegido a Chile para pronunciar su discurso sobre Latinoamérica. Y también hay que destacar el logro de una economía que crece y da empleos. Y creo que a partir de ahora se va a revertir un verano que fue complejo.
-¿Y qué puede decir de las constantes críticas que han formulado personeros de la UDI como Jovino Novoa, Pablo Longueira y Hernán Larraín?
-Todas ellas tienen un eje en común y que es buscar que las cosas se hagan mejor, que se prioricen determinados temas o que se corrijan situaciones que le generan un daño a la coalición y al país.
-¿Era en su opinión necesario que esos cuestionamientos fueran públicos?
-Es que hoy día la vida política es pública. No tendría sentido que quienes somos actores políticos y dirigentes de partido hiciéramos las cosas ´para callado´. La gente espera de nosotros lealtad pero no obsecuencia. La gente espera de nosotros lealtad pero no incondicionalidad. Además la gente valora cuando se dicen las cosas con altura de miras aún cuando sean una crítica.
-¿Y se podría esperar que este año las críticas de la UDI van a ser menores?
-Más que un criterio cuantitativo, en el sentido que sean más o menos, a mí me importa que siempre tengan la cualidad de ser positivas, no descalificadoras y con un sentido de mejorar las cosas. Creo que lo que más daño le hace a un Presidente y a un gobierno son los ´yes man´, es decir aquellos que aplauden todo y no hacen ver las cosas que se están haciendo mal o que pierden la capacidad de autocrítica. En el acto del viernes hubo una autocrítica sobre la necesidad de afianzar nuestra coalición para que empecemos a hablar más de Coalición. ¡Nadie habla de la Coalición!
-O sea es efectivo lo planteado por el Senador Longueira en el sentido que este no es el gobierno de la Alianza sino que el gobierno de Sebastián Piñera
-Lo que pasa es que Sebastián Piñera sin la Coalición no sería Presidente. Y las primeras frases de él el viernes en La Moneda fueron para dar las gracias a todos los que allí estábamos. Entonces este es un tema que tiene que cambiar. Tenemos que mirar lo que hizo la Concertación que fue un proyecto muy exitoso como conglomerado político porque tuvieron ese vínculo por sobre los partidos y las figuras presidenciales para enfatizar que eran un conglomerado que le daba sustentabilidad y proyección en el tiempo. Y nosotros queremos eso. No queremos ser un paréntesis de cuatro años. Queremos al menos gobernar durante tres períodos y eso no se logra si no hay una coalición sólida detrás que se sienta convocada, que sea cómplice de las decisiones que en el gobierno se adopten.
-¿Cuan difícil fue para la Alianza el caso de Jacqueline van Rysselberghe?
-Creo que fue una decisión compleja que por la demora que tuvo en resolverse dejó abierto un camino de muchas especulaciones y de críticas. Para mí el caso se debería haber resuelto en dos días pero prácticamente duró casi un mes completo. Y como era de esperar nuestros adversarios trataron de sacar provecho. Esas son las cosas que debemos tratar de evitar al máximo. Pero déjeme también decirle algo: creo que al final la resolución fue justa. Fue tardía, fue compleja, pero fue justa. Y mire lo que son las cosas de la vida porque lo que terminó salvando a Jacqueline van Rysselberghe fue la incapacidad del Senador Navarro de demostrar sus dichos. El mismo acusador la salvó y también el trabajo y la trayectoria de la Intendenta de la Región del Bío Bío. Al poner en una balanza lo inadecuado que fueron sus expresiones con lo que ha sido el trabajo en un año complejo y difícil, el Presidente Piñera hizo lo que todos esperamos cuando estamos en dificultades y que es que se nos ponga en la balanza lo bueno y lo malo. Habría sido injusto sacarla.
-Algunos representantes de RN han planteado que con la decisión de ratificar en su cargo a la Intendenta quedó claro que la UDI tiene un poder inmenso e incluso un poder de veto sobre el gobierno
-Esas son apreciaciones interesadas que demuestran no conocer la personalidad del Presidente Piñera y del Ministro del Interior. Lo único que dilató la decisión fue tener todos los antecedentes en la mesa para adoptar una decisión justa. Es más, no está en el estilo nuestro estar estableciendo vetos ni estar condicionando al gobierno en torno a nombres. Lo demostramos con la entera y absoluta libertad con que el Presidente armó su gabinete donde, seamos claros, la UDI no salió privilegiada.
-¿Ustedes se han puesto en el escenario de que la acusación constitucional contra Jacqueline van Rysselberghe, si se presenta, sea aprobada con votos del PRI, independientes e incluso algunos votos de RN?
-Es un escenario que no se va a dar. No me imagino a militantes de Renovación Nacional apoyando una acusación que no tiene sustento y más aún yendo en contra de una decisión del Presidente y del Ministro del Interior que son miembros de Renovación Nacional. Respecto a los PRI e independientes, ellos tienen absoluta libertad para actuar en la mejor forma que les parezca.
-¿Le inquietan los resultados de las encuestas en los que sube el rechazo al Presidente Piñera?
-Son señal que en el primer año hubo algún nivel de desprolijidad en la forma de plantear los temas o de resolver algunas situaciones. Hemos cometido errores y lo importante es tener conciencia de ellos. Creo que lo peor que nos podría pasar es estimar que estamos haciendo todas las cosas bien. Sin duda estas encuestas son un llamado da atención, una luz amarilla, una alerta pero por lo demás si uno mira las encuestas de los otros gobernantes, a todos les pasó. Bachelet bajó al 36 por ciento en su primer año de gobierno, a Lagos le pasó lo mismo y a Frei le pasó peor porque la caída la tuvo al final de su gobierno. En mi opinión además estas encuestas son una expresión del sentido de riesgo que tiene el Presidente Piñera y el gobierno. A mí me producen a veces desconfianza los Presidentes con popularidades muy altas porque tal vez ello significa que no están haciendo los cambios que se necesitan. Los cambios muchas veces llevan de la mano incomprensión e impopularidad pero ello es un indicativo de que los desafíos se están enfrentando.
-Usted ha sido Diputado desde el año 90 y por lo tanto estuvo en las filas opositoras durante veinte años. Ahora que está en el gobierno ¿cómo vio durante este año a la Concertación en oposición?
-Todavía no han logrado encontrar su eje. No han podido consolidarse como un bloque opositor que tenga claro su razón de ser y forma de actuar. Les falta entender que el ser oposición no puede solamente traducirse en rechazar el actuar del gobierno. Se han atrincherado en el parlamento y padecen del síndrome del escorpión que mata a la rana que lo lleva, porque cuando empiezan a hacer las cosas bien en el sentido de colaborar con el gobierno buscando acuerdos, rápidamente clavan la lanceta y se ponen en posiciones más intransigentes. Por eso la opinión pública los está castigando.
-Sin embargo, la Concertación alega que ha contribuído a aprobar con sus votos todos los proyectos relevantes del gobierno
-La pregunta entonces es ¿por qué han sido aprobados si no tenemos mayoría en ninguna de las dos cámaras?. Eso es porque al final se dan cuenta que son buenos proyectos o, para ser justos, porque los proyectos se han modificado para introducir algunos énfasis que para la Concertación son importantes. Yo suscribiría un pacto de inmediato con la Concertación para que actuara de la misma forma como nosotros lo hicimos como oposición. Yo le aprobé el 95 por ciento de los proyectos a Bachelet, a Lagos y a Frei. ¿Cómo me iba a restar a la reforma previsional, a la reforma procesal penal, al AUGE? por mencionarle algunos proyectos. La Concertación debe tener una visión más abierta hacia las demandas que la sociedad nos hace a todos, al gobierno y a la oposición.
“SERÉ UN COLABORADOR PERO NO UN INSTRUMENTO DEL GOBIERNO”
-¿Cuáles son sus objetivos como nuevo Presidente de la Cámara de Diputados?
-Creo que va a ser un año muy intenso legislativamente con proyectos muy emblemáticos como los del posnatal, el del 7 por ciento de cotización de salud de los jubilados, el que crea el Ministerio de Desarrollo Social y el del salario ético, entre otros. Lo primero será dar garantías para que la formación de la ley tenga garantías de participación muy amplias y que el rol del parlamento sea ejercido en plenitud. Quiero ser garantía para la oposición y la sociedad civil para que sus opiniones serán valoradas y escuchadas. En segundo lugar el Centenario de la Cámara de Diputados que se cumple el 4 de julio nos ofrece una oportunidad magnífica para reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro futuro. Quiero aprovechar esa fecha para que el parlamento como foro convoque a la sociedad a reflexionar sobre los caminos y los pasos que tenemos que dar para alcanzar a ser un país desarrollado integralmente. Y además quiero hacer todos los esfuerzos por acercar a la Cámara a la gente. Quiero que la ciudadanía sienta que el parlamento es la casa de todos los chilenos.
-¿Es complejo asumir la titularidad de una institución como ésta tomando en cuenta que hay un desprestigio creciente de la política?
-La tarea de mejorar nuestra reputación es un trabajo permanente. Pero más que maniobras efectistas creo que lo que más nos puede prestigiar ante la ciudadanía es que hagamos las cosas bien. La gente espera más de la Cámara y en eso hay un camino esbozado por la mesa anterior.
-¿Cuál es su evaluación de la gestión realizada por los integrantes de la mesa encabezados por la Diputada Alejandra Sepúlveda?
-Ellos tuvieron una gestión impecable que permitió darle garantías a todos y sortear con éxito un cambio de gobierno y la demanda de un país por aprobar con urgencia las leyes para la reconstrucción.
-¿Usted va a ser la contraparte de Guido Girardi, el próximo Presidente del Senado?
-No. Creo que la Cámara tiene funciones semejantes pero muy distintas a las del Senado. Más que contraparte, espero con el Senador Girardi poder enfrentar algunos proyectos en común.
-¿Y en lo político?
-Vamos a ser si es el mismo Girardi de siempre u otro. Creo que él mismo se da cuenta que al igual que yo, cuando se asume la presidencia de una corporación, uno tiene que imprimirle una mirada más amplia y menos enfocada a los proyectos propios.
-¿En su gestión como nuevo Presidente de la Cámara existirá algún grado de independencia de parte suya con el gobierno?
-El gobierno tiene que entender que yo soy el Presidente de la Cámara de Diputados antes que un miembro de la alianza gobernante, y por consiguiente voy a ejercer en plenitud la independencia de los poderes. Van a encontrar en mí a un colaborador pero no a un instrumento del gobierno. Voy a dar garantías a todos los sectores en ese sentido.
-¿Y eso lo sabe o se lo va a plantear a la Alianza?
-Creo que la Alianza no espera de mí otra cosa que no sea esto que le he señalado. FUENTE. LA NACION.CL






























