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Andrés Zaldívar: “El desorden y las divisiones le han hecho mal a la Concertación”

Lunes, 14 de Marzo de 2011

En los últimos días todos los analistas a la hora de hacer un balance coincidieron en señalar que a la Concertación le ha costado superar el trauma de la derrota y que el último año fue casi para olvidarlo. El senador Zaldívar, hombre de cuero duro y de antiguo cuño, fue en este tiempo uno de los dirigentes que tuvo que enfrentar y sobreponerse al día a día de esta oposición y además ha sido uno de los interlocutores permanentes que ha tenido el gobierno del Presidente Piñera y sus ministros. Encabezar la bancada de senadores más grande de la Concertación ha sido una tarea compleja. En su opinión, el futuro de la Concertación pasa necesariamente por gestos unitarios internos.

-¿Cómo ha visto este primer año del Presidente Piñera?
-Este es un gobierno que si bien es cierto se inició con algo tan delicado como el terremoto, partió con muchas dificultades en su instalación con un equipo que se nota que no tenía experiencia en lo que es la gestión del estado y además con una serie de conflictos de intereses tanto de parte del propio Presidente como de varios de sus funcionarios. O sea este gobierno nació con un montón de suspicacias y de críticas. Es un gobierno que se ha caracterizado mucho por lo mediático, que se preocupa día a día por hacer anuncios con un Presidente de la República que tiene una sobreexposición permanente. La gente lo ha visto con muchos anuncios y pocos resultados. Es más, cuando estos anuncios comienzan a concretarse sus propuestas son deficitarias porque no corresponden a lo que se anunció. El otro aspecto que hay que señalar es que si bien es un gobierno que llama a la unidad nacional tiene una conducta ambivalente porque al mismo tiempo descalifica a la oposición cada vez que hemos hecho observaciones. Nos han tratado de majaderos, de obstruccionistas e incluso se nos trató de poco patriotas. Esa es una constante de sus ministros políticos. Y lo contradictorio es que afirman que en materia legislativa han tenido un resultado sobresaliente porque han aprobado más proyectos de ley que el gobierno anterior. En materia de reconstrucción les aprobamos todos sus proyectos e incluso obtuvieron más recursos de los que solicitaban. Incluso el propio Ministro Lavín reconoció que el proyecto que envió fue enriquecido por la oposición.

-De sus palabras se infiere que usted cree que la oposición lo ha hecho bien
-En el Parlamento sí.

-¿Y por qué están tan mal en las encuestas entonces?
-Efectivamente existe una imagen negativa porque nos han visto desordenados. Nos han visto divididos, con dificultades internas, con problemas dentro de los partidos. Creo que la imagen de la Concertación es negativa no tanto por su tarea sino que más que nada por lo que hemos mostrado al país como coalición. La elección presidencial la perdimos precisamente porque nos dividimos. La Concertación no podía pretender elegir al Presidente de la República, aún cuando perdimos por un estrecho margen, cuando cuatro de los cinco candidatos eran de la propia coalición.

-Hay sectores que sostienen que este fue un año perdido para la Concertación
-Puede ser. A lo mejor podríamos haber hecho este proceso con una mayor urgencia pero en todo caso creo que hay conciencia en la necesidad de potenciar la Concertación. Ahora bien, hemos estado en una discusión que me parece bizantina respecto a con quién nos aliamos y si vamos a crear otro referente metiendo al PRI, al PRO y al Partido Comunista. Creo que ese no es el tema actual de la Concertación. Lo que tiene que hacer ahora es abrirse más hacia la gente y a los actores sociales para no seguir apareciendo encerrados en las cúpulas partidarias. Esos sectores políticos están fuera de la Concertación y lo que tenemos que hacer con ellos es tratar de capturarlos para hacer una alianza electoral pero la Concertación debe tener vigencia por sí misma.

-En las últimas semanas se ha generado toda una discusión respecto a qué es lo que está pasando políticamente con los chilenos. Ello debido a que si baja la adhesión al gobierno y se mantiene bajo el apoyo a la oposición ¿dónde se fue esa gente que se calcula que podrían ser el 25 por ciento de los electores?
-Lo que pasa es que son fenómenos que regularmente se producen en el sentido que la gente se pone neutra y observa, pero el día de mañana cuando se produzcan las elecciones municipales por ejemplo, ese fenómeno puede traducirse en dos cosas: se puede producir una abstención mayor en las votaciones o esa gente puede votar por candidatos alternativos que no sean ni de la Concertación ni del gobierno. Es decir esos serán votos de reclamo. Y esas cosas ya se han producido. Hubo una elección durante los gobiernos de la Concertación en la que aumentaron los votos blancos y nulos. Le reitero que si no somos capaces de interpretar a estos ciudadanos que no les gusta la Concertación ni la Alianza ellos se van a expresar absteniéndose o votando por posturas alternativas.

-¿Y eso a su juicio es peligroso?
-Es peligroso para la estabilidad de la política. Para una democracia es muy malo que la gente deje de participar porque llega a la conclusión que ni el gobierno ni la oposición lo hacen bien. Normalmente esos fenómenos terminan por proyectar candidatos alternativos que logran grandes votaciones como ya lo vimos en su momento con Francisco Javier Errázuriz y en la última elección con Marco Enríquez-Ominami.

-¿Para usted como uno de los líderes de la oposición este ha sido un año desilusionante por lo que ha pasado con la Concertación?
-Yo no estoy desilusionado. Creo que la oposición ha ido de menos a más sobre todo en el parlamento. Hemos mejorado mucho sin perjuicio que de repente tenemos actitudes de indisciplina concertacionista con lo cual todo lo que hemos ganado se pierde. Basta con una actitud de abierta discrepancia para que nos vean que estamos divididos y que no tenemos coherencia entre nosotros para que eso nos borre toda la imagen de las acciones que hemos hecho bien en común. Yo soy partidario de que una persona diga que no está de acuerdo con algo pero lo que pedimos es que lo señale con anticipación. Entre los senadores de la DC firmamos un protocolo con el cual fijamos nuestras normas de conducta. Cualquiera de nosotros puede manifestar su desacuerdo con una votación pero tiene la obligación de hacérselo presente al comité con anticipación para que la bancada tome las medidas para evitar un daño político. Y así se le puede pedir un pareo o se le solicita que se ausente de la Sala y también se le pide que haga un discurso justificativo de su postura pero en el que por ningún motivo descalifique a sus compañeros de bancada.

-¿Para este año usted postula una oposición más o menos dura?
-Mire a mi me cargan los apellidos y así lo dije en la Junta Nacional de la DC. Yo creo que hay que hacer oposición y la oposición tiene un solo sentido: si no estamos de acuerdo con algo que propone el gobierno hay que decirle que no sin que se nos doblen las rodillas y a pesar de todos los ataques que nos hagan. Si creemos que hay cosas que hay mejorar, pues bien hay que modificarlas y no negarse. Y además tenemos que ser capaces de hacer planteamientos propios. Debemos ejercer una oposición muy firme, proactiva y constructiva.

-¿En relación al tema de derechos humanos qué le parece que el Presidente Piñera haya aclarado que “quienes hayan cometido delitos atroces como el caso del general Manuel Contreras no van a tener ningún beneficio”?
-Me parece muy bien y coincide con el planteamiento nuestro. Ahora bien, si el Presidente de la República quiere indultar a algún militar por razones de edad o enfermedad él tiene la plenitud de las facultades para hacerlo y no tiene por qué requerir al parlamento la aprobación de una disposición legal para ello. Patricio Aylwin cuando le correspondió la decisión de indultar y conmutar penas por extrañamiento a sentenciados por terrorismo durante la dictadura, él aceptó la facultad que se le entregó desde el parlamento para que fuera él quien asumiera el indulto, bajo su responsabilidad. Por lo tanto el Presidente Piñera tiene la facultad de hacerlo. En todo caso me parece muy bien que él tenga claro que no debe indultar a quienes hayan cometido delitos de lesa humanidad porque incluso ello podría infringir tratados internacionales.

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ES MEZQUINO COMPARAR EL 27-F CON LA EVACUACIÓN DE ESTE FIN DE SEMANA

-¿Qué le pareció el proceso de evacuación de máds de medio millón de personas el fin de semana con motivo de la alerta de tsunami derivada del terremoto de Japón?
-A mi tocó ver esta situación en el terreno mismo ya que estuve en Constitución. La gente estaba muy preocupada ya que tuvieron una experiencia muy traumática el año pasado, pero a la vez la ví muy tranquila. La gente estaba muy entrenada ya que tuvieron un aprendizaje que no se les va a olvidar nunca con el terremoto y maremoto del 27 de febrero. Todos tenían claro que tenían que trasladarse a los cerros y el Comité de Emergencia, en el cual yo participé, funcionó bien. Creo que el país reaccionó bien frente a un tema preocupante.

-¿Y cuál es su evaluación de la actuación de las autoridades del gobierno?
-En general hicieron lo que tenían que hacer. Sin embargo, hubo algo que no fue bueno al hacer una comparación con respecto a lo que pasó el 27 de febrero en cuanto a la gestión de la ONEMI ya que fueron situaciones completamente distintas. El tema de las comunicaciones es muy distinto cuando se sufre un terremoto al de un tsunami que se avisa con tantas horas de anticipación. Esa parte estuvo mal y con el correr de las horas se rectificó esa postura y se dejó de hacer ese tipo de comparaciones odiosas. Lo que sí es destacable que los Comités de Emergencia funcionaron y además le insisto que la gente está absolutamente culturizada con esto y sabe que habiendo un temblor fuerte no debe quedarse en una zona de riesgo.

-¿O sea en su opinión no hay que comparar la Onemi de la época de la Concertación con la Onemi de este gobierno?
-Le reitero que son temas diferentes. El terremoto del 27 de febrero fue en terreno propio y quedó afectada un tercio de la población del país y fue un momento en que las comunicaciones no funcionaron como ocurrió también en Japón. Es distinto. Ahora bien, efectivamente se ha tomado conciencia que a la Onemi hay que darle más importancia y está claro que los Comités de Emergencia tienen que funcionar. En el caso de Constitución hace dos meses solicitamos que operen porque habían dejado de funcionar. Y fue así como cuando llegué a Constitución ese Comité ya estaba funcionando.

-¿Usted cree que los chilenos se podrían quedar con la idea que este gobierno lo hizo mejor que el anterior en relación a este tipo de emergencias?
-No es conveniente hacer este tipo de comparaciones. Me parece mezquino. Aquí lo importante es que el país sabe que tiene reaccionar frente a eventos como éste y sabe cómo hacerlo y ojalá mantengamos este tipo de educación cívica para responder a este tipo de eventualidades. Las comparaciones no sirven para nada y además son odiosas.

-¿Pero usted le reconoce méritos al gobierno por la forma en que enfrentó esta emergencia?
-Actuó en la línea que tenía que hacerlo y el país también respondió en la forma que tenía que hacerlo. Las autoridades cumplieron su función y la gente reaccionó de manera debida.

-¿Cómo evalúa el proceso de reconstrucción?
-A mi juicio la emergencia persiste porque existen 60 mil personas que viven en mediaguas. Creo que la reconstrucción está retrasada en una serie de aspectos. En obras públicas nadie puede negar que la gran mayoría de las obras están repuestas, pero en materia de salud en la séptima región norte se cayeron todos los establecimientos hospitalarios. Se dijo que se iban a instalar hospitales modulares en octubre. Sin embargo ello no ha ocurrido. La atención hospitalaria es muy precaria. En materia de vivienda se ha hecho un gran esfuerzo por asignar subsidios pero no hay una contrapartida de oferta de viviendas para que esos subsidios se hagan efectivos. Por eso la gente se siente tramitada. Yo he dicho que estoy dispuesto a trabajar para que al Ministerio de Vivienda se le otorguen facultades extraordinarias para solucionar todos los temas burocráticos que no se han resuelto. Por ejemplo, que el ministerio tenga capacidad para otorgar subsidios colectivos para los casos de las familias que vivían en edificios que se derrumbaron o que no se pueden habitar. Y en educación se han hecho muchos esfuerzos pero también hay que acelerar los trámites para habilitar, construir o reparar en forma definitiva las escuelas. FUENTE. LA NACION.C

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