A un año del terremoto: Una cuenta permanente
Ha pasado un año desde que la mayor parte de Chile se sacudió al dramático ritmo de 8.8 grados Richter. Al día siguiente sabríamos que era el quinto más grande de que se tenga registro. Son 365 días de efectos y reconstrucción que han sentido en el cuerpo, con distintas intensidades, el 75% de la población del país. No hay balance que dé cuenta la magnitud del impacto individual, en localidades, en el sector productivo, en el patrimonio arquitectónico y cultural del país.
Un pequeño balance recuerda el momento, la catástrofe, valora los avances y esfuerzos por levantarse, reconstruir, reparar, activar empresas, hacer funcionar casas, pueblos, actividades productivas, reparticiones públicas, escuelas, universidades, iglesias, registros culturales, volver a tener ciudades.
La controversia entre cuanto se cayó, cuanto y como se levantó y lo que queda por hacer continuará. El Gobierno espera que el 2014 se haya restituido el 100% de daño físico, porque del impacto sicológico, ese que se rememora con cada réplica, marejada, sonidos de sirena o alerta, de ese no se tiene estadística y no se sabe cuando terminará.
El daño y superación de la emergencia
Son las 3:34 horas del sábado 27 de febrero de 2010 y la tierra se sacude con una magnitud 8,8 grados en la escala de Richter. Horas después un maremoto azotó a sectores costeros desde Valparaíso hasta la Araucanía. 630 kilómetros del territorio nacional. Ambos fenómenos se llevaron la vida de 524 personas y permanecen desaparecidas 31 personas.
Los efectos se dejaron sentir en 50 ciudades, más de 900 pueblos y comunidades rurales y costeras. Dichato, Talca, Lebú, Bulnes, Cobquecura, Caleta Tumbes, Concepción, Talcahuano, Iloca, fueron algunas de las localidades que más daños sufrieron y aún siguen desvastadas. La Región Metropolitana no fue la excepción y sectores como la Villa Olímpica en Ñuñoa o los edificios nuevos Don Luis y Don Tristán en Maipú se transformaron en íconos de la destrucción, pero también de un problema de responsabilidad de las constructoras e inmobiliarias en todo el país. Más de 200 mil viviendas destruidas o seriamente dañadas en todo el país.
Seis mil escuelas con daño en Valparaíso, O’Higgins, el Maule, Biobío, La Araucanía y la Región Metropolitana. 1.250.000 niños no podían asistir a clases a la semana siguiente del terremoto. Se optó por enfrentar la emergencia inmediata reparando lo que se podía y se instalaron salas modulares y muchos colegios compartieron sus instalaciones.
Los hospitales, muchos de ellos viejos y en mal estado, no aguantaron. Cuarenta hospitales con problemas y 17 inutilizables. Un total de 4.249 camas hospitalarias y 171 pabellones quirúrgicos destruidos. El 100% de las camas fue restablecida con soluciones parciales o definitivas. Carpas, hospitales de campaña y modulares aportaron en esta tarea.
Comunicaciones colapsadas, sectores aislados, con dos mil puntos de infraestructura de obras públicas con dificultades. 212 puentes con problemas, de ellos el Biobío Llacolén y J.P. II estaban inutilizables. Chile estaba desconectado por tierra. Nueve aeropuertos o aeródromos dañados, 28 caletas pesqueras totalmente inutilizadas, 53 obras portuarias, 748 sistemas de agua potable rural afectados. Embalses, colectores de agua lluvia y canales de regadío no escaparon al impacto del movimiento de la tierra. Hoy el 98,6% de los puentes están en uso, el 100% de la conectividad estará restablecida cuando el puente mecano sobre el Río Claro esté instalado. El 100% de los aeródromos y aeropuertos estuvo operativo a los 4 meses del terremoto.
A las semanas de asumir el gobierno de Sebastián Piñera, estimaba los costos de las pérdidas ocasionadas por el cataclismo en US$30 mil millones, un 18% del PIB de Chile. El Parlamento aprobó leyes destinadas a financiar la reconstrucción.
Difícil, doloroso. La evidencia del desastre emergía en imágenes de televisión, testimonios radiales, fotografías de diarios y el registro casero de los protagonistas, se restablece la comunicación, se logra conectar el país por tierra, llega ayuda internacional. La Oficina Nacional de Emergencias, Onemi, con problemas técnicos y logísticos, coordina algunos puntos con las localidades y las ayudas a goteo se comienzan a distribuir.
La emergencia pasa su fase de diagnóstico inicial, la falencia de los organismos como la Onemi y el Servicio Oceanográfico de la Armada (SHOA), traspasan el debate sobre las responsabilidades en la muerte de 524 chilenos, mientras el país se mira desde el suelo.
El levantamiento
Entendemos que la emergencia tiene grados: urgente, inmediata y menos grave. Se dividen las etapas los administradores del Estado saliente, con la Presidenta Michell Bachelet a la cabeza, y los que llegan, liderados por el Presidente Sebastián Piñera.
El nuevo gobierno se hace cargo y nombra un Comité de Infraestructura, Ciudad y Territorio, bajo directa dependencia del Mandatario.
El desastre de 200 mil viviendas dañadas se combate con la construcción de 80.000 viviendas de emergencia con la colaboración de Un Techo para Chile. El mayor temor fue enfrentar el crudo invierno con la población sin refugio. Campañas solidarias se suman a este trabajo urgente recolectando dinero y voluntarios para levantar las mediaguas.
Un Plan de Reconstrucción de Vivienda se hace cargo de otorgar soluciones habitacionales definitivas para el levantamiento también de barrios y ciudades. El Gobierno ya ha asignado 127.926 subsidios para construir o reparar las casas dañadas, pero la mayor parte de los 280.000 damnificados todavía no los han recibido y miles de familias aún viven en alguno de los 106 campamentos o aldeas provisorias, hacinados y con falta de elementos básicos como el agua potable. El Gobierno informó que se ha asignado el 61% de los subsidios comprometidos, pero hay lugares como el campamento El Molino en Dichato, donde se inauguró la primera piedra, pero sin que comience ninguna construcción. La oposición y los damnificados no concuerdan con las cifras y la conmemoración del 27/F está lejos de ser un acto unitario.
ESPECIAL BALANCE A UN AÑO DEL TERREMOTO Y MAREMOTO 27/F
- Cataclismo dejó daños por US$ 1.300 millones en obras públicas y vialidad
- Lebu y Bulnes comienzan a ponerse de pie
- Caso tsunami: la investigación de la fiscal Huerta paso a paso
- Millonaria inversión “resucita” sistema de salud
- El bochornoso incidente de los bomberos saqueadores
- Comercio del Maule y Biobío aún no se recupera en su totalidad
- Iglesia católica pasa a soluciones de reconstrucción permanente
- Chilenos cuentan cómo sufrieron el 27F en el extranjero
- Caso Tsunami: fiscal formalizaría por cuasidelitos de homicidio y de lesiones
- Maipú: Vecinos de “Don Tristán” esperan más ayuda de autoridades
- Testimonio: Pescador ya no busca a “Emilito”, su hijo desaparecido
- Terremoto: Campamentos, la emergencia que no termina
- Niños y terremoto: “Hay que evitar la sobreexposición” a los medios
- De la autogestión a la propuesta, reconstrucción desde la ciudadanía organizada
- “Mauchos” el registro de cómo se levanta una ciudad devastada
- Maipú: Vecinos de “Don Tristán” esperan más ayuda de autoridades
- Educación post terremoto: resultados a largo plazo
- Municipios desaprueban plan de reconstrucción del Gobierno
-Anécdota del terremoto: La novia símbolo (columna)
- Redes sociales: lo bueno lo malo y las lecciones del 27F
LAS FOTOS DEL TERREMOTO Y MAREMOTO
- El testimonio de las imágenes del 27/F. Parte I
- El testimonio de las imágenes del 27/F. Parte II
- Terremoto sacude a casi todo Chile ) (27 de febrero)
- La destrucción del terremoto en imágenes (27 de febrero)
- Catastróficas imágenes de Talca
- Tristes imágenes de Parral
- Constitución tras el Terremoto
- Cataclismo en el Hospital de Talca
- Terror y destrucción en Santiago
- Laguna de Llo Lleo arrasó con los hogares
- Talquino registra el desastre
- Imágenes de Hualqui tras el terremoto
- El impacto en Cobquecura
LAS MIL RÉPLICAS DEL TERREMOTO
Es literal, más de mil réplicas tras un año terremoto, según el Instituto Geofísico de la Universidad de Chile.
Producto del terremoto la costa chilena se desplazó hacia la playa. Concepción se movió 3 metros y el puerto de Constitución, 5 metros con dirección suroeste. Incluso el movimiento afectó a Buenos Aires, que se desplazó una pulgada.
La sismicidad se debe al movimiento de la Placa de Nazca, que penetra en la Placa Sudamericana. Este desplazamiento también afecta a Perú, Ecuador y parte de Colombia.
La profundidad del epicentro en Chile fue de 34 kilómetros, frente a los 30 kilómetros que tuvo el sismo de Indonesia (2004), 13 kilómetros el de Haití (2010) y 5 kilómetros el de Nueva Zelanda (2011). FUENTE. LA NACION.CL