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La fiebre del “Kama Sutra” llegó a Chile

Sábado, 2 de Octubre de 2010

Sucedió en la clausura de la Feria del Libro de Santiago (noviembre 2009). Rosario Alfaya, encargada de ventas de Ediciones Lea, ordenaba los ejemplares de muestra. Hasta que se dio cuenta que había uno con hojas arrugadas y con evidentes señales de haber sido revisado por mucha gente. Era el “Kama Sutra gay”. Un texto literalmente “tocado” y “mirado” -como reconoce Alfaya-, pero que, curiosamente, nadie se atrevió a adquirir. Una timidez que también se registra para la amplia variedad de “Kama Sutras” distribuidas por su editorial, fundada en 2003 en Buenos Aires y especializada en terapias alternativas y espiritualidad.

En la colección destacan el “Kama Sutra indio ilustrado”; otro que combina el taoísmo con las técnicas de “El arte de amar” del poeta romano Ovidio): la versión tántrica: el ideado por Abraham Vatek (un norteamericano de fines del siglo XIX) y, por supuesto, la versión gay. Un ejemplar que impactó -y fascinó- a muchos, con sus posturas explícitamente adaptadas para personas del mismo sexo.

Y esto es sólo la punta del iceberg -por seguir con las metáforas sexuales-, porque en internet han proliferado adaptaciones del “Kama Sutra”, desde las protagonizadas por onderas parejas “indie” hasta animalitos hechos de origami. Después de todo, este “manual de comportamiento sexual” ya es parte de la cultura popular. Un fenómeno que también llega a Chile, reconocido internacionalmente por su fuerte barrera “moralista”.

Pero más allá de polémicas, es obligatorio saber que la primera versión del más famoso de los “manuales” del sexo fue escrito hace más de tres mil años. Y más aún que -contrariamente a lo que la picardía occidental supone- es un estricto código de cómo comportarse en la intimidad. Desde la elección de esposa hasta el sexo oral, desde cómo comportarse con las parejas del prójimo hasta los juegos de seducción. Y estas ediciones hacen hincapié en eso, en la profundidad casi metafísica del acto sexual, pero también de las extrañas posiciones que pueden lograrse a través de las excelentes ilustraciones contenidas.

-Siempre se habla del “ Kama Sutra” para hacer chistes. Sin embargo, me parece que más que “lujuria y libertinaje sexual” propone un camino para aprovechar las posibilidades que ofrecen los cuerpos… -Bueno, se hacen “chistes” sobre el “Kama Sutra” porque desde su primera traducción del sánscrito, a fines del siglo XIX, a toda publicación relacionada con lo erótico y a las relaciones sexuales se les denominaban erróneamente “Kama Sutra”. Por eso es que hay infinitas versiones. En realidad, el “Kama Sutra” es una obra escrita hace más de 3.000 años, que explica con minuciosidad todos los aspectos de la sexualidad de la pareja. La palabra en sí significa enseñanza de la conciencia del goce por medio de los cinco sentidos, la mente y el alma. Así que el “verdadero” “Kama Sutra”, las compilaciones hechas por Mallanaga Vatsyayana, nos puede enseñar cómo relacionarnos con nuestras parejas holísticamente.

-Me contaba que a muchos les da vergüenza comprarlo. Especialmente la versión gay. ¿Es así? -Esto es curioso para mí, que vengo de un punto de vista tal vez un poco más liberal. Nosotros trajimos el año pasado, para la Feria Internacional del Libro, nuestras versiones del “Kama Sutra”, y entre ellas estaba el “Kama Sutra gay”. Dentro de nuestros libros fue el “más tocado” y “más mirado”, pero en un ambiente abierto y tan público, como son los stands de la feria, no se vendía. Cuando el vendedor se acercaba, la persona, después de una risita nerviosa y a veces algún comentario gracioso, lo dejaban en su sitio.

-¿Por vergüenza? ¿Timidez?
-Yo creo que esto se debe a que todavía, y aunque digamos que tenemos más apertura de mente, lo gay o lésbico se percibe como tabú. Como algo muy personal y privado, aunque la comunidad gay y lesbiana no lo sientan necesariamente así. En un ambiente más privado el público en general se atreve más, es más anónimo. Por ejemplo, en las librerías que venden por internet hay más atrevimiento a comprar este tipo de literatura porque no estás mirando ni al vendedor ni al cajero.

-¿Cree que después de la “revolución sexual” de los años sesenta estamos entre el conservadurismo extremo y la trivialización máxima del acto sexual a través de la pornografía?
-Bueno, una cosa es pornografía y otra cosa es una relación sexual sana y plena. El “Kama Sutra”, en los años en los que la pornografía no era tan “pública”, tal vez alguna vez pudo haber sido considerado “pornográfico”. Pero como ya sabemos, el “Kama Sutra” va mucho más allá. Es un impresionante manual de conducta de la vida privada de la sociedad hindú de la antigüedad, detallando las relaciones humanas y las costumbres de su tiempo. El sexo aparece con naturalidad en el texto, sin falsas vergüenzas ni inhibiciones.

-¿La venta de este libro acredita que el hombre ha evolucionado en la práctica del sexo?
-Nos permite suponer el grado de evolución que se disfrutaba sobre el tema. Curiosamente, y a pesar del lugar relegado que ocupaba la mujer en la sociedad de la India, se detalla la necesidad de proveerle placer a través del coito, como una necesidad del hombre para que la relación sexual sea enteramente satisfactoria para ambos. En este sentido, podemos afirmar que nos aporta una mirada diferente a la tradición occidental, y que es que para tener plenitud en el sexo, no solo tenemos que recibir placer sino también darlo, ¿verdad?

-¿Por qué hay tantas versiones del “Kama Sutra”? ¿No bastaba con una?
-El “Kama Sutra”, como tal, es uno solo. Al comienzo se le denominaba “Kama Sutra” a cualquier publicación que tuviera contenido sexual y es por eso que existe la percepción de que hay muchos y que son distintos. El “Kama Sutra” en sí, es una compilación de la tradición erótica que ya existía en la India en el siglo I a.C. Los textos que lo integran fueron escritos en la India entre los siglos III y V, combinando los mecanismos sexuales taoístas recogidos en los libros de alcoba chinos con los métodos de seducción descritos en “El arte de amar” del poeta romano Ovidio. Las diferentes versiones que existen hoy son sólo una variación que puede incluir varios o todos los capítulos de la obra original. En nuestro caso, nosotros tenemos las versiones completas.

-¿Cuáles son las posiciones más comentadas por los lectores… o qué son más difíciles de practicar? Me imagino que un libro así provoca muchas opiniones y risas nerviosas…
-Sí, la verdad es que provoca risas nerviosas, pero en realidad pocos comentarios “públicos”. Es curioso para mí ver cómo público de toda edad se interesa en esta literatura. Las librerías siempre lo piden porque siempre se vende. En cuanto a las posiciones más difíciles de practicar, creo que eso va a depender de la flexibilidad física de las personas, ¿no crees? (ríe). En realidad, cuando el lector comienza a leer el libro, se da cuenta de que va mucho más allá de las posiciones sexuales. El libro explica a los amantes la manera íntima de conectarse con el placer.

-¿Cree que el chileno aún es muy clásico y aburrido para el sexo?
-Pienso que más que clásico y aburrido, el chileno es privado en cuanto al sexo, sobre todo las generaciones mayores. Hoy en día es evidente que buscan “algo más”, que se dan cuenta que hay algo que falta, y que es alcanzar la plenitud sexual. Existen otras publicaciones, todas de la cultura oriental por cierto, que nos aportan una nueva visión sobre nuestra vida sexual. En el Occidente siempre se pretendió dejar la sexualidad en un segundo plano, y creo que poco a poco estamos tomando consciencia de que la sexualidad es demasiado importante como para seguirla relegando. Es por eso que ese interés continúa y va in crescendo.

-¿Cree que los chilenos han inventando alguna posición propia? ¿En los parques, ¡disimulado y rápido!, podrá ser una?
-Bueno (risas) yo hasta creo que se podría publicar toda una nueva versión del “Kama Sutra” a la chilena.

-¿Cree que estos “Kama Sutra” pueden ayudar a educar a la juventud?
-En mi opinión, el “Kama Sutra” está dirigido a personas maduras y formadas. No creo que pueda sustituir un manual de educación sexual, ya que como hemos comentado, el “Kama Sutra” es un escrito casi espiritual, conceptual, y aunque contiene practicidad, no es una guía para orientar a jóvenes, sobre todo porque existe toda una formación y madurez pre-Kamasutra, ¿me entiendes? Alguien ya formado, sabiendo lo que es la sexualidad, puede tomar el “Kama Sutra” y aplicarlo. El “Kama Sutra”, en este caso y en mi opinión, es como un magíster en sexualidad, pero para lograr ese magíster, primero tienes que hacer los cursos básicos.FUENTE. LA NACION DOMINGO, PASADO.INFORMA-lanuevaopcion.cl

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