Generación que sale de liceos este año perdió un trimestre de clases
Son 100 mil alumnos del sistema municipal los que saldrán de 4° medio este año y la mayoría de ellos lleva 27 días de clases perdidos por los paros. Bono SAE antes, la denominada “deuda histórica” ahora, son las razones que han marcado la grave situación ad portas de la PSU. Pero el diagnóstico es peor: esos mismos alumnos, que ingresaron en 2006 a primero medio, acumulan tres meses sin clases en cuatro años; un trimestre de paros y movilizaciones.
Esta generación debutó con la “revolución pingüina”. Hace cuatro años veían cómo sus compañeros organizaban las protestas que también convocarían a universitarios y profesores, exigiendo el fin del lucro en la educación y la derogación de la Ley Orgánica Constitucuional de Enseñanza (Loce). Fueron 23 días.
En 2007 enfrentaron al menos 10 días de movilizaciones estudiantiles. Pedían que la educación no dependiera de los municipios y pase escolar gratis. Al año siguiente, reclamaron, por casi tres semanas (junto a los docentes), por la promulgación de la actual Ley General de Educación. En total, 78 días hábiles, en promedio.
Ni los refuerzos de los sábados ni las extensiones del año escolar son suficientes. Los propios alumnos se denominan la “generación perdida” y ven con preocupación su futuro.
Isidora, alumna del Liceo Carmela Carvajal, cuenta que en 2008 “no tuvimos vacaciones en septiembre” para recuperar los días perdidos. “Es una lata, porque después la materia la pasan muy rápido y nos hacen muchas pruebas. Lo peor es que para avanzar, nos dan muchos trabajos y disertaciones”, asegura. Algo similar dice Verónica, del Liceo N° 1 Javiera Carrera: “Se bajan las notas. Ahora vemos que, en comparación con otros alumnos del preuniversitario, pasamos una parte de la materia y otra quedó pendiente. En parte, al preuniversitario voy a aprender”.
Según el experto en educación de la U. Católica Jorge Manzi, los escolares que este año salen del colegio son “una generación que va a haber tenido una experiencia de educación formal bastante atípica”. Y precisa que “desde el retorno de la democracia no ha habido una generación que haya tenido tantas interrupciones como ésta”. De hecho, la cantidad de días de clases perdidos puede llegar en ciertos casos a más de 80 (en la V Región) y, según académicos, sólo se compara con las movilizaciones ocurridas en 1972, cuando las Federaciones de Estudiantes Secundarios (Feses) se quebraron en dos tras las elecciones, y Andrés Allamand y Camilo Escalona eran alumnos protagonistas.
Opinión unánime
El académico de la Facultad de Educación de la U. Diego Portales Ernesto Triviño cuenta que las movilizaciones “les han quitado horas de clases y aprendizaje, y eso, sin duda, debiera impactar en el rendimiento de los alumnos”. Para el subsecretario de Educación, Cristián Martínez, la situación es preocupante, pues “un día de clases puede hacer la diferencia en un alumno”.
Sergio Martinic, académico de la UC, señala que debido a la pérdida de jornadas, “los colegios alcanzan a pasar el 70% u 80% de las materias en algunos casos”. Eso le pasó a Francisco del Solar, alumno de 4° medio del Instituto Nacional, que tendrá la última prueba de historia sobre la Primera Guerra Mundial, pero el currículum establecía que se viera hasta la época actual. Isidora, del Carmela Carvajal, cuenta que en 2008, “como no se alcanzaron a pasar todos los contenidos, nos dieron de tarea para las vacaciones estudiar todas las unidades pendientes de física y nos hicieron la prueba en marzo”.
FUENTE. LA TERCERA.COM
PROFESIONALES DEL MEDIO J. Herrera, A. Neira y O. Fernández
