ONG Participa: ‘La ley no se ha cumplido nunca’
Bastó que Piñera afirmara que había gastado sólo $10 millones de pesos en su campaña para que se generara una polémica que terminó por salpicar a todos los abanderados y sirvió para instalar el debate sobre la necesaria transparencia sobre el desembolso en que incurren los aspirantes a La Moneda.
La directora ejecutiva de la Corporación Participa, Andrea Sanhueza, advierte que es “imposible contestar cuánto cuesta una campaña”, sobre todo, porque históricamente la ley no se cumple a cabalidad, no se aplican sanciones y el Servicio Electoral no cuenta con las facultades necesarias para exigir a los comandos una rendición de cuentas rigurosa.
Sanhueza explica que la normativa electoral establece un monto máximo que los candidatos presidenciales pueden gastar: En primera vuelta se calcula un monto que equivale a 0,03 UF por persona inscrita, es decir, más de $5 mil 100 millones de pesos. Para la segunda vuelta, en tanto, se establece 0,01 UF por inscrito en los registros electorales, lo que se traduce en unos mil 700 millones de pesos.
“El tema es que esta cifra está permitida gastar en el periodo de propaganda electoral, que es un mes antes de las elecciones. La campaña debiera empezar el 13 de noviembre y eso no lo cumple nadie y no se ha cumplido nunca”, lamenta la directora de Participa.
Según Andrea Sanhueza, los candidatos se escudan en el resquicio de que su publicidad “no dice ‘vote por mi’ o que ‘voy a ser Presidente’, y por eso dicen que no es propaganda electoral (…) decir otra cosa es una falacia”.
¿CUÁNTO CUESTA UNA GIGANTOGRAFÍA?
Por eso, es que no cree que Piñera haya gastado sólo $10 millones en “monumentales”, las gigantografías de 14 por 3 metros que se encuentran en edificios y carreteras. Según el estudio de la Corporación Participa realizado en la última elección presidencial de 2005, un letrero más pequeño –de tres por siete metros- tiene un costo de diseño e impresión cercano a los 600 mil pesos, a lo que se debe sumar el arriendo del espacio que bordeaba el millón de pesos, los costos de instalación y traslado. Finalmente, cada pieza podría alcanzar fácilmente los 2 millones de pesos… y eso hace cuatro años.
Siguiendo las cifras de Piñera, el dinero que él dice haber desembolsado, alcanzaría para sólo cinco letreros y en todo el país tiene –al menos- 35.
Pese a que no existen cifras certeras, la Corporación Participa hizo un estudio en la última elección presidencial de 2005, que consistió en una pequeña muestra de la propaganda en medios de comunicación y vía pública que resultó ser una fiel representación de los gastos rendidos por los candidatos. En ese entonces, la campaña de Sebastián Piñera fue la que incurrió en el mayor gasto: 470 mil dólares, en segundo lugar quedó la de Joaquín Lavín con 186 mil dólares, seguida de Michelle Bachelet con 170 mil dólares y la campaña de Tomás Hirsch figuró cuarta con sólo 30 mil dólares.
“No hay estudios que aseguren que a mayor gasto y mayor publicidad, hay mayor cantidad de votos, eso no está probado, sin embargo, a mayor exposición del candidato, tiene mayor posibilidad de conseguir votos”, explica Andrea Sanhueza.
Y aunque en algunos lugares como Casablanca los candidatos ya iniciaron el retiro de su propaganda, en otros lugares la realidad es completamente opuesta y aunque todavía faltan cuatro meses para la elección, probablemente vamos a ser testigos de cómo los abanderados siguen tomándose las calles con afiches, palomas y costosos monumentales.
FUENTE: TERRA.CL
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