10 consejos para iniciar una vida de emprendimiento
Durante el lanzamiento de un tercer libro dedicado a sus memorias, el microempresario Carlos Pontigo se refiriró a sus orígenes, trabajo y lo que denominó “el ADN del emprendedor”. El texto que lleva por título “Lobbygrafía de Chile” estará a la venta en kioscos a $990 y en él se repasa parte de su historia y otros comentarios sobre emprendimiento que relata desde que comenzó lavando autos en el centro de santiago hasta convertirse en el conductor de un programa de TV sobre emprendimiento.
Hay que hacer de todo
Dentro de la lista de quien quiera independizarse a partir de sus ideas, cree que hay que concretar muchas más cosas entre medio que solo plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, pero pienso que también para conocer el trabajo se ha de pasar por todas sus fases y cometer errores en potras áreas también.
Mantener la inquietud de mirar en todas direcciones
Como cuando se cruza la calle: no es sólo cosa de confiar en un semáforo al frente, también hay que mirar hacia atrás para corregir errores, ver hacia adelante para prevenir lo que venga y hacia los lados para no descuidar a la familia ni los avances de la competencia.
No hay que ser un magnate para empezar
La primera inversión no tiene porqué ser un gran container de productos o un gran negocio internacional. En mi caso comencé con un balde y un paño lavando autos en la cuadra de una municipalidad. Asimismo, otras alternativas como comprar en zonas francas o terceros proveedores internacionales puede comenzar con solo $100 mil.
Ser autodidacta y curioso
Alguna vez el escritor norteamericano Mark Twain dijo: “Nunca dejaré que el colegio interfiera con mi educación”. Algo así se puede aplicar a las oportunidades porque gran parte de los casos de éxito provienen más de la oportunidad que de costosos cartones universitarios o técnicos. Claramente una buena formación ayuda, peor no es indispensable.
La paciencia es un capital valioso
Una decisión fuera de tiempo, o un mal cálculo en la velocidad de reacción puede causar un desastre. Cuando era muy joven, la gente me preguntaba “¿Hasta cuándo te vas a dedicar a lavar autos?”, yo sabía que debía tener paciencia, porque lo que aún no conseguía era experiencia. Escoger el momento del gran salto a veces te exige conocer gente, tener un buen contacto, aunque sea para aprender de él, es algo que necesitas tener integrado antes de aventurarte.
Los contactos no sólo se hacen, también se cultivan
Recuerda que las personas que te ayudan o te asesoran no son meros apoyos o peldaños en una escalera al éxito. Probablemente ambos ganen en un mismo momento, pero luego sigue en contacto con ellos, reúnete a tomar un café sin otro interés que intercambiar experiencias, recuerda sus hitos importantes y felicítalos por sus logros. Recuerda que algún día debes ser ese referente para alguien más.
Agrégale valor a tu producto
Hagas lo que hagas, tu producto o tu servicio siempre puede ser mejor. Quizás ya dominas tu empresa, pero siempre puedes subir un peldaño más. Debes creerte el cuento y ser tu propia marca, en virtud de eso cada vez que mejores tu marca, creces tu mismo. Quizás puedas aprender un idioma, leer un nuevo diario o libro, pero empeñarte en que tu marca sea cada día más valioso.
Rodéate de buenos colaboradores
Si no los hay créalos tu mismo. En algún momento necesité sentirme respaldado como emprendedor y a la vez noté lo desamparado que estaban los técnicos jurídicos. Ahí fundé la Asociación de Técnicos Jurídicos que es una excelente carta de presentación para lograr presionar a favor de los pequeños empresarios.
Déjate asesorar
Siempre habrá gente que sabe más que tú. Cuando reconozcas eso estarás en condición de enseñar a otros también que saben menos que tú. Lo fundamental para un Pyme es contar con ese apoyo, no alejarlo, sino escuchar consejos de otros similares a ti, pero en ningún caso perder la convicción que es algo personal y que te define.
Caminante no hay camino
No hay recetas, hay datos, hay consejos, pero no puede haber una fórmula mágica donde no hay caminos. Lo importante es no traicionarse en la visión que se tenga de un negocio. Hay permiso para equivocarse, cambiar de rumbo merced a la observación, pero no para renegar de lo que se ha sido.
FUENTE. LA NACION.CL / INFORMA /lanuevaopcion.cl






























