Falleció la adolescente Trinidad Gelfenstein
La falla multiorgánica que sufría la mañana de este viernes, de acuerdo a un informe médico entregado poco antes, terminó finalmente con la vida de la adolescente Trinidad Gelfenstein (17), a quien no le funcionó el corazón que se le implantó, en un doble trasplante que también incluyó pulmones, en la Clínica Las Condes.
El establecimiento indicó que el deceso se produjo a eso de las 14:00 horas y hasta ahora nadie de la familia se ha referido al fallecimiento de la niña que requirió la urgente cirugía debido al crítico estado en que se encontraba debido a la hemangiomatosis capilar pulmonar, el extraño mal que sufría.
médicos habían advertido del mal pronóstico
La muerte ocurrió poco más de una hora después del informe que entregó el médico Erwin Buckel, jefe de la unidad de Trasplantes de la Clínica Las Condes, en que confirmó el estado de gravedad en que se mantenía Trinidad y reiterara que su recuperación era muy difícil.
“Probablemente es una de las pacientes más graves que se pueden trasplantar en cualquier lugar, es una situación muy extrema (…) A medida que pasa el tiempo el corazón trasplantado no reacciona y no lo hace fundamentalmente por la gravedad de la misma receptora, se va haciendo cada vez más difícil”, comentó en ese momento el facultativo.
NO TENÍA MÁS ALTERNATIVAS
Gelfenstein, estudiante de 4° medio del Colegio del Sagrado Corazón de las Monjas Inglesas , fue intervenida de miércoles a jueves gracias a la donación de los órganos de la joven Daniela González quien falleció en el Hospital del Salvador.
Este jueves, junto con reconocer que sólo un milagro podía sacar de su estado a la menor, los médicos explicaron que la extrema debilidad de la paciente y las malas condiciones en que se encontraba el corazón de la donante (fue atropellada y se le extendió por algunos días la vida con drogas y máquinas), redundaron en que no pudiera funcionar el trasplante.
Respecto de esto, los facultativos enfatizaron que ante órganos que reunían condiciones de compatibilidad, el estado crítico de Trinidad y la dificultad para conseguir donantes, optaron por avanzar en la intervención pese a los riesgos.
El abrazo de las familias
Los padres de Daniela, Roberto González y Alicia Rivera, también antes del deceso, llegaron este viernes a la clínica para dar su apoyo y esperanza a los padres de Daniela lo que fue con fuerza agradecido por un tío de Trinidad quien llamó a activar la donanción de órganos con un “ojalá existan muchos más Robertos y Alicias en Chile”. FUENTE. LA NACION.CL
