Ricarte Soto habla de su cáncer: “No le tengo miedo, sino una rabia infinita”
Sin cabello en su cabeza y con un ánimo decaído por culpa de la quimioterapia, pero con su sentido del humor intacto, el periodista Ricarte Soto contó detalles de su lucha contra el cáncer en el matinal de TVN “Buenos Días a Todos”. Hace 2 años, el opinólogo fue diagnosticado de cáncer al pulmón, dolencia que había superado, pero que en abril de este año volvió a aparecer, esta vez con ramificaciones en el cerebro y el páncreas.
“Me descubrieron 2 células malignas en el cerebro, otra en el páncreas y termitas que me han comido las células de la columna…eso es mala cuea”, confesó Soto en una íntima entrevista liderada por Julián Elfenbein y Karen Doggenweiler.
Según el periodista, estas dolencias lo tienen a la mitad de su ritmo normal, pero que lo ha hecho reflexionar sobre la salud pública, el amor y el estilo de vida que llevamos los chilenos en la actualidad.
SOBREVIVIENTE
“El servicio de salud público es un culo para compartir el cáncer. Si usted tiene la posibilidad de contratar un seguro complementario, hágalo. La última operación que me realizaron duro 4 horas y cuesta $6 millones. La droga que utilizo por pinchazo cuesta $2 millones más. Creo que voy por los $40 millones. Y la isapre lo único que quiere es que me muera porque soy un cacho”, aseguró Ricarte.
Y continuó: “Creo que esta batalla la voy a ganar, pero una cosa son las batallas y otra la guerra, y si vuelve este bicho no sé si voy a volver a ganarle. En este momento no me quiero ir, me doy 4 años más de vida porque es a lo que yo puedo aspirar”, dijo directo el periodista.
El emotivo diálogo con Ricarte Soto en el matinal no sólo conmovió a los panelistas del programa, sino que sensibilizó a tal punto a Doggenweiler que le preguntó al opinólogo si le tenía miedo al cáncer.
“Al cáncer hay que tenerle respeto y no miedo, yo no le tengo miedo sino una rabia infinita, que no tiene ni perdón ni olvido”, aseveró tajante Soto, sobre la “fregada” reincidencia de su enfermedad.
“La alimentación es fundamental para prevenir el cáncer. Yo no como nada de azúcar porque estas malditas se mueven por la glucosa y hay que cerrarles el paso”, aconsejó Soto para evitar las células cancerígenas.
Pero Ricarte está asumido en ganarle a la enfermedad, y en entregar toda su experiencia como ayuda a los demás. En especial, después que su esposa Cecilia Rovaretti el año pasado sufrió de cáncer a la tiroides, hecho que los ha unido más como pareja confidenció el periodista. FUENTE. LA NACION.CL
