Jorge Schaulsohn :CUMBRE PRESIDENCIABLES EN CUBA
La vida esta llena de absurdos e ironías. La prensa de hoy informa que los candidatos de la izquierda chilena sostendrán una cumbre en La Habana. Han escogido el lugar perfecto, el único en toda América donde desde hace 50 años que no hay elecciones libres. Para un sector que busca terminar con la “exclusión”, resulta irónico que se reúnan justamente en un país donde todos los que no comparten el pensamiento oficial están no sólo excluidos, sino que proscritos.
Algo similar ocurre con los escritores y artistas que viajan a celebrar no sé que cosa. Poco parece importarles que en Cuba impere la más completa censura, incluyendo a algunos de sus propios colegas chilenos. En la era digital visitarán una nación en la que el acceso a internet no está permitido para los particulares. Los cubanos sólo pueden utilizar centros públicos, los que además están severamente restringidos.
El discurso oficial será que todo es culpa del bloqueo yanqui. Pero ya nadie se traga estas mentiras. Lo cierto es que los decrépitos dirigentes cubanos saben que si abandonaran el poder serían juzgados internacionalmente por sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Por ello han desarrollado la “teoría biológica” de la transición: La apertura sólo llegará cuando ellos mueran de muerte natural y en el poder. Desgraciadamente para ellos, la globalización conspira en contra de sus planes y los vientos de cambio alcanzarán a la isla antes de lo que se imaginan.
Las miserias de la vida cotidiana de los cubanos son ampliamente conocidas. A la falta de libertad se suma la de los elementos básicos para una vida digna.
No estoy en contra del viaje de la Presidente a Cuba. Es una nación con la cual mantenemos relaciones diplomáticas. Dudo de que esta gira fuese una prioridad para Chile o siquiera necesaria, pero si ella ha resuelto ir, está en su derecho. El tema no es si viaja, pero como. La visita se está perfilando como una celebración acrítica de la revolución, una fiesta de reencuentro entre viejos amigos y esa es mi crítica. Invitados escogidos por su cercanía y complicidad con la tiranía, negativa a dialogar con la oposición y la determinación de no hablar de los derechos humanos son su característica.
¿Qué habría sucedido si durante la dictadura militar hubiese visitado Chile un mandatario extranjero de un país democrático sin reunirse con la oposición? ¿Cuál habría sido la reacción de los demócratas frente a esa visita?
Es una pena que para algunos no todas las dictaduras sean iguales ni se midan con la misma vara.
FUENTE. LA TERCERA. BLOG






























