Fiscales enfrentan complejas investigaciones para resolver los casos de estafas telefónicas
El “concurso telefónico” y el “sobrino favorito accidentado”.
Esos son los dos modus operandi que indaga la Fiscalía Metropolitana Oriente en torno a las 250 denuncias por estafas telefónicas registradas desde septiembre de 2008 en las comunas del sector alto de la capital.
El descuido de las víctimas y las novedosas técnicas de los delincuentes dificultan la persecución de este delito, el que se ha convertido en un gran dolor de cabeza para los fiscales.
Según consta en la carpeta de investigación, este delito es liderado por reclusos de las cárceles Colina I, Colina II y Puente Alto. Allí, los antisociales utilizan un celular diario y, por lo general, operan con palos blancos, quienes se encargan de recoger el dinero en las residencias.
Una forma de engañar a la gente es el “concurso telefónico”. El interno con una voz seductora le asegura a la víctima que ganó un premio y que para cobrarlo debe usar sus tarjetas de tiendas comerciales.
El segundo método es el más utilizado actualmente. Se trata del “sobrino favorito accidentado”. Este método fue detectado en el barrio Santa María de Manquehue (Vitacura) durante el fin de semana, donde se registraron unas 40 llamadas.
El recluso se identifica como un carabinero y le informa que su familiar está detenido, tras protagonizar un accidente vehicular con lesionados graves.
Luego, el falso policía le explica a la víctima que hay una forma de evitar a la justicia: pagar $600 mil en efectivo o entregar un bolso con joyas a una persona que irá a retirarla a la residencia.
El viernes pasado, una familia de calle Los Lagares sufrió una estafa de $6 millones bajo esta fórmula. La asesora reunió joyas, abrigos y computadores para salvar a la dueña de casa.
Allanamientos
Este año, las policías han logrado la detención de 15 sujetos, quienes fueron sorprendidos en el momento que realizaban el contacto con las víctimas para obtener el botín.
Una vez retenidos son intensamente interrogados para detectar a los cabecillas que operan desde las cárceles. La idea es recolectar todo tipo de información del interno: centros de reclusión, apodos, tatuajes y cómplices de delito.
Luego, se allana la celda del recluso identificado en busca de celulares y cuadernos con la información de las víctimas.
Sin embargo, la persecución de estos cómplices se torna difícil, porque las víctimas no adoptan las precauciones cuando enfrentan los llamados.
“Es un delito exitoso por la escasa precaución de las víctimas. En su mayoría creen el cuento”, comentó a “El Mercurio” el fiscal Matías Herrera.
A eso, el investigador agregó que “este delito es similar a los correos spam . Insisten hasta que alguien cae en la trampa”.
En tanto, la seguridad vecinal de Santa María de Manquehue en Vitacura realizó durante las últimas horas una rápida campaña preventiva para alertar a los residentes de la ola de estafas telefónicas que afecta al sector.
Además, se informó que paralelamente una unidad de guardias intenta determinar cómo la banda obtuvo la base de datos de los vecinos y su información familiar.
“Es un delito exitoso por la escasa precaución de las víctimas”.
MATÍAS HERRERA
fiscal zona oriente
$ 6 millones
fue el botín que obtuvo una banda, tras timar a una familia con el método del accidente y el falso policía.
40 fueron
las llamadas registradas por estafas durante el fin de semana en Santa María de Manquehue.
FUENTE. EL MERCURIO ON LINE.
PROFESIONAL DEL MEDIO JAIME PINOCHET