Los Kirchner sufren su más dura derrota en comicios legislativos y pierden mayoría en el Congreso
Aprovechando el éxito del “reality” Gran Cuñado, el programa de Marcelo Tinelli que parodia a los políticos locales, las principales figuras de la oposición argentina votaron ayer en las elecciones legislativas acompañados por sus dobles. El hecho causó gracia e incluso confusión entre algunos reporteros locales. Francisco de Narváez, el rival de Néstor Kirchner, fue el que más aprovechó la humorada y sonrió en todo momento. Incluso bromeó con un votante disfrazado de Michael Jackson. Anoche, el empresario siguió riendo, feliz, pues lograba vencer al ex Presidente, en el más fuerte golpe para los Kirchner.
Según el 88,9% de las mesas escrutadas, la lista para diputados por la provincia de Buenos Aires encabezada por De Narváez lograba un 34,5%, frente al 32,1% de Kirchner. Si bien el ex mandatario logró convertirse en diputado, el resultado es visto como una debacle. Ello, porque el kirchnerismo había transformado las elecciones en un plebiscito sobre la gestión de su esposa.
De paso, perdió la mayoría en el Congreso, algo inédito en la era del matrimonio presidencial.
Los argentinos renovaron ayer la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Anoche, el gobierno pasaba de tener 116 bancas en la Cámara Baja a 94, mientras que la oposición lograba 122. Para obtener quórum se necesitan 129. En la Cámara Alta, el kirchnerismo pasaba de 40 a 36 senadores y la oposición aumentaba de 25 a 31. Ambos, en todo caso, quedaron lejos del quórum de 37 y necesitarán concretar pactos y alianzas.
LA FURIA DEL EX MANDATARIO
Pasada la medianoche, Kirchner y su mujer se encerraron a solas en la suite presidencial del Hotel Intercontinental, donde montaron su “búnker” de campaña. Una fuente reveló que él estaba “furioso”. Esta madrugada, el ex mandatario reconoció la derrota, diciendo que “perdimos por muy poquito” y asegurando que “haré las correcciones que tenga que hacer”.
El silencio dominaba a los kirchneristas, que también lucían caras largas. Tan mal le fue a Kirchner que no sólo fue derrotado en la provincia de Buenos Aires, sino que también en Capital Federal, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Santa Cruz, su provincia natal, donde no había perdido nunca. Al conocerse estos resultados, el ex jefe de gabinete y hombre fuerte del matrimonio presidencial, Alberto Fernández, dijo que “el gobierno tiene que escuchar lo que acaban de decir las urnas”. Un ambiente diametralmente opuesto era lo que ocurría en el “búnker” de Unión-Pro, la alianza de De Narváez integrada por centro derechistas y peronistas disidentes. “Varias veces dije que si no nos dividíamos, un día íbamos a cambiar la historia y ese día ocurrió hoy (ayer)”, aseguró De Narváez, mientras sus partidarios gritaban “¡Colorado! ¡Colorado!”.
Tras estos comicios, los más disputados de los últimos años, no sólo habrá un reacomodamiento de las fuerzas, además de nuevas alianzas, sino que a partir de ahora se abrirá una nueva carrera presidencial con miras a las elecciones de 2011.
Los comicios parlamentarios de mitad de término se dieron en medio de un ambiente de descontento y resignación, además de fuertes críticas por el estilo de conducción de los Kirchner y el manejo de la economía. Precisamente, no pocos porteños sostienen que tras las elecciones “no va a cambiar nada, ¿viste?”. La jornada electoral se dio en un ambiente de tranquilidad y con algunas denuncias de irregularidades.
FUENTE.LA TERCERA.COM
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