5 consejos para Pymes que quieren emprender negocios en China
En días de incertidumbre para las bolsas de occidente, el portal de compras Alí Baba, principal vitrina para abastecerse de mercaderías desde China vía online, informó sus intenciones de transar en éste mercado. El nuevo jugador que amenaza con asestar un buen golpe a gigantes como Amazon es parte de la fiebre comercial de hacer negocios con Asia que tiene a cientos de chilenos apuntándose en talleres del tipo “Aprenda a importar desde China” o realizando viajes de prospección económica sobre montañas de tecnología del lejano de oriente para dar un cercano palo al gato.
Uno de estos comerciantes del nuevo siglo se considera algo adelantado. Luego de ampliar su giro comercial varias veces al año desde los perfumes, a la ropa, cosméticos, tecnología móvil, calzado y bicicletas eléctricas, el empresario Carlos Pontigo dice estar pensando en grande. Incluso realiza talleres sobre comercio exterior y planea radicarse en China en lugar de viajar seguido en busca de oportunidades de negocios. Según su experiencia ofrece 5 prácticos consejos para quienes deseen emprender negocios con el gigante asiático.
►El factor container
Existe una práctica bien común entre pequeños y medianos empresarios que unen fuerzas y recursos para importar mercaderías en un container consolidado, como lo denominan. “Si quieres traer un container con capacidad para, por ejemplo, 500 cajas de un producto, puedes bajar tus costos sumando otros interesados traspasando esos ítems a la línea de la sutilidades”, dice Pontigo. “Los containers consolidados son los que vienen registrados con un solo dueño y un solo documento, es decir certificados, señas del barco, etc. Una vez llegado a puertos chilenos “se desconsolida” en el número de personas que costearon la importación. Es decir, que en vez de traer 5 containers para 5 comerciantes y pagar 5 fletes y 5 impuestos, pagas solamente una factura. Y te hablo de un flete que cuesta por lo bajo 2200 dólares”, agrega.
►ENvases de vuelta
hay una temporada del año en que los containers que llegaron a China por barco son devueltos como si fueran simples envases. Esto ocurre entre mayo y julio cuando grandes cantidades de estos contenedores regresan sin llenarse por completo, o simplemente vacíos. “Si operas en ese período puedes acceder a unas rebajas del precio ostensibles que pueden servir para no pagar un noviciado si se está recién aprendiendo sobre el tema. Lamentablemente hay muy pocas laternativas para enterarse de estas claves, completamente formales y que permiten ser competitivos ante un mercado tan poderoso como el de la comunidad china. Creo que deben comunicarse mejor las instancias donde el gobierno y aduanas enseñan sobre estos temas”, asegura.
►Temporada de ferias
Sigue siendo un buen dato dejarse caer en las diferentes ferias y exposiciones de productos que realiza China y que son gigantescas vitrinas del tamaño de una ciudad completa. Al respecto, Pontigo menciona la feria de Cantón, que aunque es una de las más populares en materias primas y tecnología, tiene fecha de vencimiento según él. “La ciudad – comercio que la está llevando hoy es Yiwu. Es una enorme ciudad techada que parece un mall gigantesco y una de las más grandes de China. Ahí encuentras todas las oficinas y showrooms de lo que quieras comprar en China. Cuando ves algo que te interesa, se te entrega una tarjeta para transacciones con la que debes ir a las fábricas (que por lo general están muy retiradas), porque para los chinitos es parte del negocio que conozcas las plantas de producción.
►Temporada alta, temporada baja
Como cualquier destino comercial o turístico, es conveniente planear el momento del viaje respecto a los períodos de mayor circulación de visitantes o habitantes. En el caso de China, entre diciembre y enero, fecha en que se realizan las celebraciones del Año Nuevo no sólo se encuentran los pasajes más caros, sino concentraciones abismantes de público en ferias y localidades urbanas. “Un pasaje aéreo en la clase más económica puede llegar a costar 4.500 dólares en esos meses. Todo mundo está viajando a China a ver a la familia para aprovechar las celebraciones de febrero. En cambio si vas el resto del año, puedes conseguir ese mismo ticket por un precio que ronda los 1.600 dólares. Si se programa bien un viaje de éste tipo considerando destino, fechas y la intención, una agencia de viajes puede programar un buen paquete”, recomienda.
►¿Efectivo o tarjeta?
El empresario dice que el dinero en efectivo no es precisamente muy efectivo allá. Los beneficios fiscales a los que se acogen las fábricas y el comercio sólo aplican cuando las platas pasan todos los circuitos de hacienda. “No sacas mucho con poner un maletín de dinero en la mesa, a ellos les interesa que el dinero de las importaciones pase por Nueva York, para recibir incentivos fiscales así que las transferencias electrónicas y otros pagarés son más cotizados. Llámalo una especie de dumping si quieres, pero la política favorece que la plata entre de afuera considerándola como divisa extranjera como exportación para sus cálculos. Así mantienen el control de lo que venden y protegen su economía, como si fuese un colosal inventario”, asegura sobre una maquinaria bien aceitada que mantiene la economía girando y creciendo a un ritmo frenético.
►Vivir con lo justo en China
Pontigo cree que después de lanzarse al emprendimiento viene una etapa de “prospección” de negocios que exige como mayor costo los de los pasajes de avión si es que se va a China. Una vez allá, asegura que con 200 dólares se puede vivir una vida sin lujos, pero tampoco franciscana en el circuito de pensiones y residenciales que compiten con los hoteles de los núcleos comerciales. “Son hogares donde eres uno más de la familia y donde aportas al ingreso familiar como un huésped. En mi experiencia, me consta que el trato es muy amistoso y amable con los americanos en general. Los chinitos son como los norteamericanos: diferencia con América del Norte, centro o sur”, relata.
►Contar con el cónsul como aliado
Como todo chileno haciendo patria en algún rincón del mundo, conviene mantener a la vista las oficinas consulares y diplomáticas en casos de emergencia o para aprovechar nexos comerciales de otros compatriotas en el mismo tránsito, cree Pontigo. “Se puede obtener más información confiable de una delegación que conoce el territorio, fechas deferías y oportunidades de negocios que yendo por cuenta propia a una territorio desconocido. “En estos casos, la función de un cónsul es prestarle colaboración a un connacional si necesita un trámite o busca información relevante. Aunque la idiosincrasia chilena suele ser un lastre y puedes tener la mala suerte que yo tuve de toparme con un cónsul de respuestas ambiguas y que no mostraba mayor interés en darle un vaso de agua a un chileno que viajó 15 mil kilómetros en busca de oportunidades”, se lamenta.
Fuente:lanacion.cl