Charla gratis para enfrentar las penas en los recuentos de fin de año
En este año tan particular que deja la sensación de tragedias que han marcado a nuestro país y que siempre salen a relucir en las evaluaciones de las fiesta de Navidad y Año Nuevo, es conveniente hacer una pausa y pensar en la nostalgia y recogimiento que significan estas fechas para quienes han perdido a un ser querido.
Acoger, empresa privada de servicios con vocación social y vinculada a la Fundación Canónica Acoger, quiso dedicar un ciclo de charlas gratuitas para enfrentar el duelo en las distintas etapas de la vida.
A través de estos encuentros, liderados por la gerente de servicios Ana María Goic, la empresa quiere entregar un soporte a los mimebros de la comunidad que busca respuestas a sus dolorosas experiencias de pérdida.
Goic recomienda aprender a vivir estos momentos como parte del duelo necesario, pues ayuda a superar la pena cuando se tiene la posibilidad de mantener los restos del deudo en un lugar para recordar.
Sin embargo, dice que “hay que darse la oportunidad de sentir dolor, pero sabiendo que con fe es mucho más fácil salir adelante”.
La charla gratuita abierta a la comunidad se realizará este lunes 19 de diciembre, a las 19:00 horas, en el Hotel Park Plaza, Providencia.
Para más detalles visite página web: www.acoger.cl, o inscribirse en el fono 800 000 191 o en el e-mail: contacto@acoger.cl.
Cómo enfrentarlo
Goic adelanta algunos pasos a seguir:
-Recuperación en el duelo: El duelo se comienza a vivir desde la comunicación misma de la noticia. La fe no consiste en ignorar la muerte ni en cerrar los ojos, sino en pensar que hay algo más allá, que trasciende, a pesar de estar experimentado un insuperable dolor. Con fe es mucho más fácil salir adelante.
-Aceptar y asumir la pérdida: Tomar conciencia de que la persona ya no está, no solamente intelectualmente, debe ser también en el corazón.
-Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida: El dolor debe ser compartido, comunicado, hacerse elocuente para que sea menos lacerante y pueda ser soportado, elaborado y asumido.
-Adaptarse al medio en que la persona no está: Asumir la diferencia en la vida cotidiana. Descubrir cómo influye la pérdida en la imagen que la persona tiene de sí misma. Esforzarse por no desestabilizar su vida espiritual.
-Reinstalar emocionalmente al fallecido y continuar con la vida: Seguir vinculado emocionalmente con el fallecido pero de una manera que no le impida seguir viviendo, mantenerlo vivo en la memoria.
-Buscar un soporte espiritual: La percepción que cada persona tiene sobre el duelo y la resolución del mismo depende de su formación familiar y cultural. Frente a la muerte de un ser querido, unirse para conversar sobre lo sucedido, hacer recuerdos y reflexionar, es la mejor manera de sacar afuera el dolor y enfrentarlo.
-Vivir los ritos funerarios: Proporcionan una fuga emocional para toda la presión que el dolor produce. Cada uno puede crearse su “propio rito” teniendo en cuenta que el objetivo es reconocer que la persona ha muerto y no volverá jamás, y que debemos dar rienda suelta a nuestra frustración, ira, dolor… expresando estos sentimientos de la forma más abierta y descongestionante posible.
-Acompañamiento: La experiencia del acompañamiento refuerza el convencimiento de que el duelo debe ser atendido responsablemente tanto por profesionales -sacerdotes, sicólogos, trabajadores sociales y médicos- así como por personas que pueden brindar un apoyo espiritual.
-Un lugar físico donde recordar: Es natural en el ser humano, encontrarnos con quienes queremos. Cuando alguien se ha ido, es frecuente el deseo de concurrir a algún lugar donde descansan los restos de quien amamos. Es aconsejable mantener un espacio físico para el recuerdo. Esos momentos nos ayudan a encontrar la paz y reflexionar. FUENTE. LA NACION.CL