SANTIAGO.- Atendido por un psicólogo, un psiquiatra y un cardiólogo está Carlos Pontigo. El hombre, un pequeño empresario y conductor del programa de televisión La Hora Pyme, ha sufrido los rigores de un error en la burocracia del Servicio Nacional de Aduanas, y pese a que el desacierto -que le generó cuantiosas pérdidas-, le fue reconocido por autoridades de la propia entidad, no ha recibido compensación ni respuesta.
Pontigo recurrió a la justicia y está en curso una demanda contra el Estado chileno por $ 175 millones. Además, fue hasta la Contraloría, que le dio diez días a Aduanas para que entregara la información pertinente. Sin embargo, la requerida no hizo llegar los antecedentes y, posteriormente, se le ha extendido el plazo en dos ocasiones.
Si bien en Aduanas indicaron escuetamente que remitieron un oficio el 17 de octubre, en Contraloría detallaron que, hasta el viernes, este no había sido recibido.
Con todo, y paralelamente, Pontigo explicó a Terra que, debido a todo lo que ha tenido que pasar, acudirá incluso a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para exponer y denunciar su situación. “Le voy a enviar una carta directamente a Juan Somavía (director general de la entidad) y, si tengo que viajar, voy a hacerlo para comentar esta cosa. Aquí, derechamente, se pasó a atentar contra mis derechos”, expuso.
El caso
Según relató Pontigo, en junio de 2009 importó una buena cantidad de productos textiles y accesorios fabricados en lejanas provincias de China, en las que el dominio del idioma inglés no es del todo fluido, por lo que suelen haber imprecisiones en el rotulado. En efecto, en vez de decir el equivalente a “Set de bufandas y gorros”, en una de las partidas de un container sólo se hacía referencia a “Bufandas”.
Esa diferencia redundó en una retención del contenedor por cincuenta días, que además de esos productos, incluía otros pedidos como cinturones y lápices. ¿Qué significó esto?. No sólo se vio impedido de materializar sus compromisos de venta ya adquiridos, sino que, asimismo, debió asumir los costos de bodegaje del container por el período mencionado, con un valor de $ 100 mil diarios.
“Hasta ahora, las pérdidas son por $ 60 millones. Y para eso me tuve que hacer acompañar del banco. Tuve que pedir créditos y estoy pagando las cuotas”, afirmó Pontigo, irritado. Se enoja aún más cuando insiste en que no le ha llegado información de que Aduanas haya respondido a los requerimientos de la Contraloría.
Agregó que “nadie sabía por qué estaba retenida mi mercadería. Fue solamente porque los funcionarios que tenían que ver el tema, no estaban”. La liberación de sus productos, dijo, no debió demorar más de nueve días y terminó extendiéndose a 50 días y, de acuerdo a su relato, se los entregaron porque las autoridades de la región de Valparaíso de Aduanas le pidieron retirar un recurso de protección que había interpuesto, a lo que accedió.
Con todo, sumó pérdidas, dejó de hacer los negocios que tenía acordados y padeció enfermedades psicosomáticas. Por eso reclama una compensación. Además, manifestó que situaciones como la descrita “son más frecuentes de lo que uno cree”, porque muchos pymes como él, en vez de dar la lucha dan por perdidas sus inversiones. Su otra motivación, entonces, es sentar un precedente para que esto no se vuelva a repetir, afirma. FUENTE. TERRA.CL